Blog que pretende compartir alternativas de motivación en la enseñanza de las matemáticas y la física.
miércoles, 22 de agosto de 2012
Nuestro sistema de numeración es el decimal o de base 10 porque en su escritura solo utiliza diez dígitos: 0, 1, 2 , 3, 4, 5, 6, 7 ,8 y 9. Podemos combinarlos para formar números más grandes y efectuar operaciones con ellos de una manera sencilla. Todo esto se lo debemos a la cultura hindú, pues subsanó sus dificultades y, después de 3500 años de intentos de diversas culturas, lograron presentar el sistema en forma completa en el año 628. El sistema de numeración decimal es considerado uno de los inventos más importantes del mundo.
Por otro lado, el sistema de base 10 resulta ser funcional y fácil de operar porque contamos con diez dedos en las manos, o sea tenemos una “calculadora a la mano”. La historia señala el uso de nuestras extremidades para la utilización de un sistema de numeración como una alternativa natural por lo versátil que resulta utilizarlas.
Por ejemplo, nuestro dedo pulgar es único en su especie ya que somos los únicos primates que podemos poner el dedo pulgar frente a todos los demás dedos y así poder señalar sus doce falanges. Tal vez sea esta una razón válida por la que se utilizó también el sistema de base doce, del cual aún tenemos rezagos que hemos heredado. ¿Cómo te explicas, sino, las ventas de objetos por docenas o por gruesas (12 docenas)?
Un caso similar es el de los babilonios. Ellos utilizaron el sistema de base 60 como producto del conteo de nuestro pulgar y las 12 falanges de una mano y los 5 dedos de la otra mano. Gracias a ellos se estableció que la hora equivale a 60 minutos y un minuto equivale a 60 segundos. Lo mismo para medir ángulos.
También hay culturas en Oceanía que solo utilizaron los cinco dedos de una mano y formaron así el sistema de base 5. Otras culturas, como los mayas y algunas civilizaciones europeas, utilizaron pies y manos, observaron 20 dedos y formaron el sistema de base 20, por ejemplo los franceses dicen “Quatre-vingt” para señalar el numero 80. Quatre-vingt significa 4 veces veinte.
Pero, ¿qué tiene que ver el “fin del mundo” con los sistemas de numeración? Pues algunos estudiosos de la cultura maya han concluido a partir de la lectura de los calendarios que el 21 de diciembre del 2012 es el día del fin del mundo.
Los mayas utilizaron diversos calendarios y los aplicaban en sus festividades religiosas y actividades agrícolas. También combinaron calendarios y como resultado de ello se obtuvo un calendario que se denominó la Cuenta Larga Maya.
Así, tenemos que el primer día del año seria el 0,0,0,0,1. El día 16 como 0,0,0,0,16. El día 20 como 0,0,0,1,0 ya que el último digito solo puede llegar al 19, entonces por eso avanzamos al segundo nivel (escribo cero y llevo uno, ¿recuerdan?) . La fecha 1,0,0,0,0 representa unos 400 años y la fecha 2,10,12,7,1 es una fecha aproximada de 1012años, 7 meses y 1 día. Siguiendo la secuencia tendríamos que el último día del calendario maya es el 20,0,0,0,0, correspondiente a 5126 años.
Ahora, si hacemos la cuenta desde el 11 de agosto del 3114 a.C. que corresponde al primer día del calendario maya, entonces 5126 años después se cumplen el 21 de diciembre de 2012. Para algunos es el día del fin del mundo, y lo complementan de forma sensacionalista con las llamaradas solares, algunos temblores, mitos, etc.
Pero en realidad es el fin de un ciclo y el comienzo de otro, así como cuando llega el 31 de diciembre y señalamos que es el final de un año y a las doce en punto festejamos el inicio de uno nuevo. No debemos temer a los mitos y habladurías, más bien sí temamos a todas las acciones irresponsables que se hacen y que hacemos con nuestro querida Tierra. Cambiemos nuestra forma de vivir, recuperemos nuestro planeta porque aún estamos a tiempo. Les aseguro que el 21 de diciembre de este año será un día maravilloso, tal vez con sol, de compras, viajes o preparativos para recibir el 2013. Y si por alguna casualidad llego a fallar… felizmente, no seré juzgado.
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