miércoles, 27 de julio de 2011

Crónica de una muerte … calculada




Puede resultar contradictorio fomentar el estudio de la matemática tomando como tema motivador a la misma muerte, pero hay historias curiosas sobre el deceso de matemáticos famosos dignas de ser contadas.
Creo no equivocarme al afirmar que el primer encuentro que tengo con este tema fúnebre es el epitafio- problema cuya incógnita es el número de años que vivió el algebrista griego Diofanto ,: “¡Caminante! Aquí yacen los restos de Diofanto. Los números pueden mostrar ¡oh maravilla! La duración de su vida, cuya sexta parte fuera niño. Añadiendo un doceavo, las mejillas tuvieron la primera barba. Le encendió el fuego nupcial después de un séptimo, y en el quinto año después de la boda concedió un hijo. Pero ¡ay! , niño tardío y desgraciado, en la mitad de la medida de la vida de su padre, lo arrebató la helada tumba. Después de consolar su pena en cuatro años con esta ciencia del cálculo, llegó al término de su vid.” (La respuesta es 84 años).
Busqué otros epitafios curiosos que involucraban un problema como el anterior pero no lo halle, a cambio de ello encontré otros con las formulas y dibujos del difunto para que sean recordados. También encontré muertes absurdas ocasionadas por asesinatos, suicidios, incluso alguna ocasionada por no pisar habas y otras por predicciones.
El famoso matemático griego Pitágoras está relacionado con dos de ellas. El autor del teorema que lleva su nombre dirigía una secta de matemáticos-filósofos que se denominaban “los pitagóricos”; entre las creencias que tenían señalaban que con los números naturales y fracciones se podía explicar el Universo. La leyenda cuenta que uno de ellos llamado Hipaso descubrió que la medida de la diagonal de un cuadrado no pertenecía a ninguno de estos conjuntos de números, trayendo consigo una catástrofe para los pitagóricos. Al final, la catástrofe fue para el mismo Hipaso ya que este fue condenado y arrojado al mar por orden de Pitágoras.
Otra de las creencias de los pitagóricos era la de considerar a las habas como plantas sagradas y de veneración. Es así que Pitágoras huyendo de tropas enemigas se vio atrapado frente a un campo de habas, y al no poder avanzar , porque las hubiera pisado, fue detenido y posteriormente asesinado.
También Arquímedes encontró otra muerte absurda, cuando se negó a ser detenido ya que se encontraba resolviendo un problema matemático. El soldado encargado de detenerlo al notar la resistencia del matemático griego saco su espada y lo mato. Se cuenta que las ultimas palabras de Arquímedes al soldado fue “no pises mis círculos” señalando el esquema que había dibujado para resolver el problema.
Eratóstenes, el primer hombre en medir el radio terrestre y director de la antigua biblioteca de Alejandría, se suicidó al ya no poder leer por la perdida de la vista. Rene Descartes, matemático, filosofo y dormilón, al ser contratado como asesor científico por una reina, encontró la muerte al tener que levantarse temprano para acudir a su nuevo trabajo ( murió de neumonía).
Abraham de Moivre y Cardano, fueron dos matemáticos que predijeron la fecha exacta de su muerte mediante cálculos matemáticos. Se dice que De Moivre dormía 15 minutos más cada día, y señaló que moriría el día que duerma 24 horas, y fue así, un 27 de noviembre de 1754. En cambio Cardano, además médico y astrólogo, señaló que moriría antes de cumplir los 75 años, es así que un 21 de septiembre de 1576 se suicida horas antes de cumplir los 75 años para poder acertar su predicción. No hay duda que los matemáticos son la muerte.